Al igual que el año pasado la concentración ha estado genial. Salimos el sábado por la mañana y llegamos a Águilas por la tarde. Al llegar elegimos habitación, me iba a ir con Daniel, pero Mohamed me pidió que fuera con él porque no conocía a nadie de los que le habían tocado y me cambié de habitación. Después de cenar nos fuimos a dar una vuelta y luego a “dormir”, que el Domingo había competición.
Llegamos todos un poco cansados a competir, seguramente por culpa del viaje. Mejoré mi marca del 300, pero lo hice bastante mal en el 60. Luego por la tarde entrenamos en la playa. Estuvimos corriendo por la arena y por el agua, en este último caso con bastante mala suerte porque sin querer nos caíamos a menudo, con lo que acabábamos empapados. Lo curioso es que 
caíamos todos a la vez, seguramente por el oleaje. Menos mal que aprovechábamos para nadar un poquito y así hacer más ejercicio. Después nos fuimos a cambiar, cenar y otra vueltita por Águilas. Nos fuimos a una bolera que debía estar trucada, porque no hacíamos pleno ni tirando los bolos con la mano. Nos hicimos fotos y lo pasamos genial. Luego otra vez a “dormir”.
El lunes hubo doble jornada de entrenamiento en la playa. Nos separaron por grupos, velocistas, fondistas, saltos, lanzadores, etc. Yo estuve con los velocistas, Julio Arenas, Carlos Casado, Daniel Carrera, Leonardo, Gonzalo, Luz, Alba, Lissette, Álvaro e Isabel, lo curioso es que nos entrenaba César mi antiguo entrenador del Leganés. Luego pues lo mismo, cenar y salir por Águilas a dar
una vueltecita. Es curioso, doble sesión de entrenamiento, pero nadie estaba cansado para salir de fiesta. Nos acostamos más bien tarde, no podíamos dejar escapar la oportunidad de estar todos juntos y no debatir sobre técnicas depuradas de entrenamiento, por lo que organizamos unas tertulias nocturnas de alto nivel.
El martes tocó la hora de volver, como siempre se nos hizo muy corta la concentración. Al llegar a casa me acosté, ya que las instructivas tertulias nocturnas de la concentración se prolongaron, debido a su interés, hasta tarde y estábamos muy cansados.
Llegamos todos un poco cansados a competir, seguramente por culpa del viaje. Mejoré mi marca del 300, pero lo hice bastante mal en el 60. Luego por la tarde entrenamos en la playa. Estuvimos corriendo por la arena y por el agua, en este último caso con bastante mala suerte porque sin querer nos caíamos a menudo, con lo que acabábamos empapados. Lo curioso es que caíamos todos a la vez, seguramente por el oleaje. Menos mal que aprovechábamos para nadar un poquito y así hacer más ejercicio. Después nos fuimos a cambiar, cenar y otra vueltita por Águilas. Nos fuimos a una bolera que debía estar trucada, porque no hacíamos pleno ni tirando los bolos con la mano. Nos hicimos fotos y lo pasamos genial. Luego otra vez a “dormir”.El lunes hubo doble jornada de entrenamiento en la playa. Nos separaron por grupos, velocistas, fondistas, saltos, lanzadores, etc. Yo estuve con los velocistas, Julio Arenas, Carlos Casado, Daniel Carrera, Leonardo, Gonzalo, Luz, Alba, Lissette, Álvaro e Isabel, lo curioso es que nos entrenaba César mi antiguo entrenador del Leganés. Luego pues lo mismo, cenar y salir por Águilas a dar
una vueltecita. Es curioso, doble sesión de entrenamiento, pero nadie estaba cansado para salir de fiesta. Nos acostamos más bien tarde, no podíamos dejar escapar la oportunidad de estar todos juntos y no debatir sobre técnicas depuradas de entrenamiento, por lo que organizamos unas tertulias nocturnas de alto nivel.El martes tocó la hora de volver, como siempre se nos hizo muy corta la concentración. Al llegar a casa me acosté, ya que las instructivas tertulias nocturnas de la concentración se prolongaron, debido a su interés, hasta tarde y estábamos muy cansados.
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